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El Teléfono, un Invento que Revolucionó el Mundo

El Teléfono, un Invento que Revolucionó el Mundo

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En la década de 1870 dos investigadores: Elisha Gray y Alexander Graham Bell se encontraban, de forma independiente, trabajando en el diseño dispositivos que podían transmitir el habla de forma eléctrica. Llevaron sus respectivos diseños a la oficina de patentes, con pocas horas de diferencia entre ellos. Bell logró patentar su teléfono primero y luego salió vencedor en una disputa legal con Gray. Fue reconocido por aproximadamente un siglo como el inventor del teléfono, no fue hasta junio de 2002 que mediante un Boletín Oficial de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos se reconoce a Antonio Meucci como el inventor original del teléfono, un invento que Revolucionó el Mundo.

Quién era Alexander Graham Bell

El 3 de marzo de 1847 en Edimburgo, Escocia llega a este mundo Alexander Graham Bell, quien se convertiría en un hombre de grandes ideas. Desde muy joven se desarrolló en el mundo del sonido debido a la influencia familiar ya que su padre, tío y abuelo eran autoridades en elocución y terapia del habla para sordos por lo que se suponía que Bell seguiría los pasos de sus familiares luego de terminar la universidad. Luego de la pérdida de dos hermanos debido a la tuberculosis, decidieron emigrar a Canadá en 1870 y en un breve periodo de tiempo se mudaron a Boston.

En Boston establecen prácticas de terapia del habla, especializadas en enseñar a hablar a los niños sordos. Aunque este trabajo era la principal fuente de ingresos de Bell, continuó con sus propios estudios de sonido. 

La curiosidad científica de Bell llevó a la invención del fotófono y a mejoras comerciales en el fonógrafo de Thomas Edison. Desarrolló su propia máquina voladora solo seis años después de que los hermanos Wright lanzaran su avión en Kitty Hawk. 

Un paso muy importante del Telégrafo al Teléfono

El teléfono y el telégrafo son sistemas eléctricos basados ​​en cables. El teléfono se produjo como resultado directo de los intentos por mejorar el telégrafo. Este último aunque fue un sistema de gran éxito se limitó básicamente a recibir y enviar un mensaje a la vez.

Bell poseía un abundante conocimiento sobre la naturaleza del sonido. Esto le permitió considerar la posibilidad de transmitir múltiples mensajes a través del mismo cable al mismo tiempo. Esta idea de un «telégrafo múltiple» existía desde hacía algún tiempo pero antes que Bell nadie había sido capaz de fabricar uno. Su invento se basaba en el principio de que se podían enviar varias notas simultáneamente a lo largo del mismo cable. Las notas o señales debían diferir en el tono.

La Necesidad de un Patrocinio

Para octubre de 1874, la investigación de Bell se encontraba avanzada. Esto le dio el valor para poder contarle a su futuro suegro; Greene Hubbard, abogado de Boston Gardiner, sobre la posibilidad de un telégrafo múltiple. Hubbard, no estaba de acuerdo con el control absoluto que entonces ejercía la Western Union Telegraph Company, por lo que vio el potencial para romper dicho monopolio y le brindó a Bell el respaldo financiero que necesitaba.

Bell a parte de su trabajo en el telégrafo múltiple y sin decírselo a su suegro, junto con Thomas Watson, un joven electricista cuyos servicios había contratado, se dedican al desarrollo de un dispositivo que transmitiría el habla eléctricamente. Se repartían el trabajo de forma tal que mientras Watson trabajaba en el telégrafo armónico ante la insistencia de sus patrocinadores, Bell se reuniría en secreto en marzo de 1875 con Joseph Henry. Henry era el director de la Institución Smithsonian, escuchó las ideas de Bell sobre un teléfono y le ofreció su visto bueno. 

En junio de 1875, habían probado que diferentes tonos variarían la fuerza de una corriente eléctrica en un cable por lo que el objetivo de crear un dispositivo que transmitiera el habla eléctricamente estaba a punto de hacerse realidad. Aún les quedaba un paso muy importante que dar, este era construir un transmisor que funcionara con una membrana capaz de variar las corrientes electrónicas además necesitaban un receptor que reprodujera estas variaciones en las frecuencias audibles.

La Primera Llamada fue por Accidente

La primera llamada telefónica ocurrió el 2 de junio de 1875, mientras experimentaban con el telégrafo armónico. Los hombres descubrieron que el sonido podía transmitirse a través de un cable por puro accidente. Mientras Watson trataba de aflojar una lengüeta que se había enrollado alrededor de un transmisor la arrancó por accidente. Este accidente produjo una vibración que viajó a lo largo del cable hasta un segundo dispositivo en la otra habitación donde se encontraba Bell.

El «acento» que escuchado por Bell fue toda la inspiración que ambos necesitaban para continuar con su trabajo. Bell relató el momento en su diario: “Entonces le grité a M [el portavoz] la siguiente oración: ‘Sr. Watson, venga aquí, quiero verlo’. Para mi deleite, vino y declaró que había escuchado y comprendido lo que dije «.

El Nacimiento de la Red Telefónica

Bell logró patentar su dispositivo el 7 de marzo de 1876. La construcción de la primera línea telefónica regular de Boston a Somerville, Massachusetts se culminó en 1877. Para finales de 1880, ya habían más de 49.000 teléfonos en los Estados Unidos. En 1881 se estableció el servicio telefónico entre Boston y Providence, Rhode Island. Entre Nueva York y Chicago el servicio empezó en 1892 y entre Nueva York y Boston en 1894. El servicio transcontinental no comenzó hasta 1915. 

Bell fundó Bell Telephone Company en 1877. Con la expansión rápida de la industria Bell adquirió varios competidores. Luego de una serie de fusiones, American Telephone and Telegraph Co, precursora de la actual AT&T, se incorporó en el año 1880. AT&T tenía un monopolio de facto sobre la joven industria debido a que Bell controlaba la propiedad intelectual y las patentes detrás del sistema telefónico. Esta mantuvo el control sobre el mercado telefónico de Estados Unidos y no fue hasta 1984, que un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos logró que AT&T pusiera fin a su control sobre los mercados estatales.

Los Intercambios y la Marcación rotatoria

La primera central telefónica regular se estableció en New Haven, Connecticut, en el año 1878. Para este entonces los primeros teléfonos se alquilaban en pares a los abonados y el suscriptor tenía que establecer su propia línea para conectarse con otra. En 1889 Almon B. Strowger, creó un interruptor que permitía conectar una línea a cualquiera de las 100 líneas mediante el uso de un relés y controles deslizantes. Más de cien años después algunas oficinas telefónicas usaban aún el conmutador Strowger, como se conocía.

Strowger logró obtener una patente para la primera central telefónica automática el 11 de marzo de 1891. En La Porte, Indiana, en 1892 se abrió el primer intercambio que usaba el conmutador Strowger. En un inicio los suscriptores tenían un botón en su teléfono para producir el número requerido de pulsos al tocarlo, no fue hasta 1896 cuando un asociado de Strowgers inventó el dial giratorio que sería el reemplazo del botón. 

Los Teléfonos públicos

William Gray de Hartford patentó el teléfono que funciona con monedas en 1889. Este teléfono público se instaló y utilizó por primera vez en el Hartford Bank. Los usuarios del teléfono de Gray pagaban después de terminar su llamada a diferencia de los teléfonos públicos de hoy.

En 1905 se instalaron las primeras cabinas telefónicas. Para 1980 habían más de 150 millones de teléfonos. Con la llegada de la tecnología móvil, la demanda de teléfonos públicos disminuyó rápidamente. Hoy en día hay menos de medio millón todavía operando en los Estados Unidos.

Un paso más adelante: los Teléfonos con tonos

Los investigadores de Western Electric, habían venido experimentado con el uso de tonos en lugar de pulsos para activar conexiones telefónicas desde principios de la década de 1940. En 1963 la señalización multifrecuencia de dos tonos, que usa la misma frecuencia que el habla, se comercializó. AT&T lo presentó como marcación por tonos, creando un nuevo estándar en el mundo de las comunicaciones. Para finales del siglo pasado los teléfonos con botones eran más comunes que los modelos de marcación giratoria en los hogares estadounidenses.

Los primeros Teléfonos Inalámbricos

Los primeros teléfonos inalámbricos se introdujeron en la década de 1970. La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) en 1986 otorgó el rango de frecuencia de 47 a 49 MHz para estos teléfonos. El otorgarle un rango de frecuencia mayor posibilitó que los teléfonos inalámbricos tuvieran menos interferencia además de necesitar menos energía para funcionar. En 1990, la FCC otorgó el rango de frecuencia de 900 MHz para dichos teléfonos.

No fue hasta 1994 que se les dio la bienvenida a los teléfonos inalámbricos digitales, seguidos por el espectro ensanchado digital (DSS) en 1995. Ambos destinados a aumentar la seguridad de los teléfonos inalámbricos y reducir las escuchas de terceros al permitir que la conversación telefónica se difunda digitalmente. La FCC le otorgó en 1998 el rango de frecuencia de 2.4 GHz. El rango ascendente es ahora de 5,8 GHz.

La llegada de los Celulares

Los primeros teléfonos móviles no se parecían para nada a lo que contamos hoy en día. Consistían en unidades controladas por radio diseñadas para vehículos. Además de ser costosos tenían un alcance muy limitado. Esta red fue lanzada por primera vez por AT&T en 1946. Aunque con el tiempo mejoró, su expansión fue lenta y nunca llegó a ser ampliamente adoptada y para 1980 fue reemplazada por las primeras redes celulares.

Las investigaciones a cerca de la red de telefonía celular que se usa hoy en día comenzaron en 1947 en Bell Labs, el ala de investigación de AT&T. Aunque para esta fecha las frecuencias de radio necesarias aún no se encontraban disponibles comercialmente, el concepto de conectar teléfonos de forma inalámbrica a través de una red de «células» o transmisores era viable. El primero en presentar un teléfono celular de mano fue Motorola en el año 1973.

Las Guías Telefónicas fueron en su momento de gran utilidad

La Compañía Telefónica del Distrito de New Haven fue la primera en publicar una guía telefónica, en febrero de 1878. Esta constaba con una única página, con 50 nombres incluidos. No se incluyó ningún número, ya que un operador se encargaría de conectarlo. Esta página se encontraba dividida en cuatro secciones para su mejor comprensión. Las secciones eran: la residencial, la profesional, los servicios esenciales y una sección dedicada a miscelánea.

En 1886, Reuben H. Donnelly produjo el primer directorio con la marca de Páginas Amarillas que constaba con nombres comerciales y números de teléfono. Estos estaban categorizados por los tipos de productos y servicios proporcionados. En la década de 1980, las guías telefónicas, ya fueran publicadas por Bell System o por editoriales privadas, por lo que se podían encontrar en casi todos los hogares y negocios. Con la llegada de la Internet y de los teléfonos móviles, las guías telefónicas se han vuelto prácticamente innecesarias. 

La Red de Emergencia 9-1-1

Antes del 1968 no existía un número de teléfono dedicado exclusivamente para la comunicación con los socorristas en caso de emergencia. En respuesta una investigación del Congreso que pedía el establecimiento de un número al cual llamar en caso de emergencia, la Comisión Federal de Comunicaciones y AT&T anunciaron el lanzamiento de su red de emergencia en Indiana. Se escogieron los dígitos 9-1-1 por su simplicidad y por ser fáciles de recordar.

El 16 de febrero de 1968, se realiza la primera llamada al 9-1-1 en Hayleyville, Alabama, en la oficina de Alabama Telephone Company. La red 9-1-1 se fue introduciendo en otras ciudades de forma paulatina. No fue hasta 1987 que al menos la mitad de todos los hogares estadounidenses tuvieron acceso a ella.

El Servicio de Identificador de Llamadas

Investigadores, incluidos científicos de varios países se dieron la tarea a finales de la década de 1960 de crear dispositivos para identificar la cantidad de llamadas entrantes. En Estados Unidos AT&T puso por primera vez su servicio de identificación de llamadas TouchStar de marca registrada disponible en Orlando, Florida, en 1984. En los años próximos, Bell Systems Regional introdujo el servicio de identificación de llamadas en el noreste y el sureste. Inicialmente se vendió como un servicio adicional y costoso. En la actualidad no es algo que nos sorprenda ya que es una función estándar. La podemos encontrar tanto en teléfonos celulares y en casi cualquier teléfono fijo.


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