Cuarta Revolución Industrial: Nuevos Modos de Aprender

La formación es una actividad importante de la gestión del capital humano en las administraciones públicas donde cobra mayor importancia por la complejidad que representa la Cuarta Revolución Industrial donde el conocimiento es determinante para la calidad del trabajo.

En la actualidad el agente social se enfrentan a una creciente complejidad de desafíos con fronteras difusas entre sectores y diversidad de problemáticas interrelacionadas.

En otras palabras se trata de un nuevo contexto de cambio tecnológico acelerado y con alta incertidumbre que además está alterando los protocolos organizacionales establecidos.

Los diversos actores societales se apropiarán de las tecnologías para participar en tiempo real y reclamar sus derechos a recibir servicios y bienes públicos agiles que sean transparentes, con mayor calidad y menor costo. El objetivo siempre será satisfacer sus necesidades y expectativas.

¿Entonces de qué dependen los programas de capacitación?

El diseño y puesta en marcha de los programas de capacitación para la fuerza laboral del servicio público dependen de varios aspectos:

Las ofertas de programas de formación que socializan principalmente las universidades.
Los planes de formación que se formulan por los decisores de las instituciones de la administración pública
La aplicación de metodologías innovadoras de formación que revitalizan su eficacia e impacto.

¿Cómo aprovechar las oportunidades de la Cuarta Revolución Industrial?

Del mismo modo es necesario formar un capital humano con destrezas digitales para realizar nuevos modos de hacer y de aprender.

Además se precisa de adquirir nuevas competencias digitales para poder enfrentar una reestructuración de los empleos pero con una fuerte reducción de trabajos rutinarios.

La actual revolución digital transformará el mundo laboral incluyendo a los servidores públicos que realizarán más tareas creativas y de análisis de datos (generados en el ecosistema digital).

De esta manera se transformarán radicalmente los perfiles de empleo y competencias de los servidores públicos. Será necesario implementar estrategias de formación adecuadas, además de organizar el trabajo de una manera que fomente el aprendizaje digital continuo.

Vea además: Cuarta revolución industrial y administración pública

No es fácil esbozar un escenario en el sector público

El sector público se caracteriza por la insuficiente inversión tecnológica y la carencia de una estrategia común en el ámbito de las aplicaciones tecnológicas.

Se precisa de que las administraciones públicas diseñen nuevos procesos de formación ¿Para qué? Para desarrollar las competencias que van a ser necesarias en los próximos años.

El nuevo paradigma de la Cuarta Revolución Industrial moverá las fibras internas de las estructuras organizativas de la administración pública.

Se pasará de un funcionamiento vertical a uno en redes donde las funciones y responsabilidades se determinaran para garantizar la agilidad, creatividad e innovación, por tanto una trasparencia en los procesos operativos.

Los procedimientos rutinarios serán automatizados ya que las evidencias que exigen los requisitos del control interno pasarán del soporte en papel o digital a trazas que quedarán en el sistema informático para su comprobación.

Cambios Radicales: Nueva Formación para Desarrollar otras Habilidades

En conclusión, para estos cambios radicales en el modo operando de las administraciones públicas, necesariamente habrá de ser acompañado de formación y entrenamiento.

Desarrollar nuevas habilidades que posibilitarán la inserción de estos en este tejido digital y reducir las brechas que hoy tiene el capital humano en el sector público.

Se reitera además que para alcanzar tal fin, se necesitará de: programas de formación de posgrado en tecnologías digitales de avanzadas, de planes de formación y de la aplicación de metodologías innovadoras de formación.